Buenaventura Belart Almiñana

22/11/2014 1.145 Palabras

Tarragona, 8-XII-1826; Ivry (Francia), 28-III-1862. Tenor. Hijo de militar, cultivó la pintura y en 1843 el Ayuntamiento de Pamplona organizó una gran exposición con sus cuadros. Sin abandonar ésta y otras actividades, ingresó en la Facultad de Derecho. Poseía una magnífica voz desde niño y se decidió a educarla, lo que hizo con el maestro Miguel Rachele, director del Teatro Principal de Barcelona (1846-50). Tras darse a conocer allí en diversos conciertos, su presentación en el Teatro Real de Madrid (Lucrezia Borgia, 3-XI-1851) fue memorable, produciendo de inmediato verdadero fanatismo en el público. Vale la pena reseñar los escuetos calificativos que la crítica madrileña dedicó a sus actuaciones en esa temporada 1851-52: tras Lucrezia Borgia (donde fue el único que ganó un “bien”) vino el estreno local de La Prova d’una opera seria de G. Mazza (“muy bien”), la reposición de Ernani (“al menos el tenor no naufragó”), la de La Nina pazza per amore de...

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